Infierno en Galicia
- yaniraariasmorales
- 23 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Incendio en Galicia
El mundo está muriendo y nosotros contribuyendo.
La naturaleza es sabia, lo que ella no sabía es que el ser humano la mataría. Galicia no arde, galicia está siendo quemada por los mismos que hace 3 meses rechazaron la eliminación de la ley que permite edificar en el espacio ahora quemado. Pero aquí no hay solo un único asesino, tanto forestales como ingenieros, agricultores y ganaderos siguen en busca del tan deseado análisis de las causas vinculadas a las principales motivaciones del fuego.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en Galicia el 80% de los fuegos ocurridos (entre 2001 y 2014) son intencionados. Así lo recoge el exhaustivo proyecto España en llamas, que lleva la firma de la Fundación Civio (extracto de la columna de Incendios en Galicia del El Mundo)
Según las fuentes recurridas, lo primero tras un incendio es determinar la causa y la motivación del mismo, hay quienes dicen que ” vaya desastre natural, que pobrecita la tierra quemada y los animalillos afectados…”, pero nos estamos poniendo la venda nosotros mismos porque ahora todo el mundo busca culpables, cuando nadie quiso mirar lo que estaba pasando. Pero, ¿qué se puede esperar cuando no hacemos más que mirar por nosotros mismos?. Tal vez deberíamos escuchar a nuestra tierra, que al fin y al cabo es la que nos da de comer.
La nueva tecnología , que debería servir para ayudarnos en nuestro proceso evolutivo, ha sido la causante del destrozo de nuestra tierra, la que nos vio nacer y crecer y que no nos verá morir porque que nosotros somos quienes la estamos matando, ya que muchos de los incendios provocados se realizaron con un arma que expulsa fuego a varios metros de distancia.
Es una pena que España, al ver que parte de Portugal también se quemaba, proporcionara más ayuda de la que se podía permitir ya que Galicia seguía en llamas, todo esto sólo para mejorar sus relaciones internacionales sin importarle lo que pasara en el norte.
Familias huían del fuego para encontrarse con más fuego, como ratones acorralados frente a un gato hambriento y con llantos de niños como fondo musical de esta película de terror.

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